Que triste


Le hablé de rosas y de espinas,
Era una rosa,
Y yo un vulgar ladrón que fue herido por sus espinas...
Le hablé de amor y dijo...
No
Le hablé de mí y dijo...
¡No!...
Le hablé,
Le hablé…
Le hablé luego de ya haber sufrido antes por ella y dijo...
¡No!...
Quise besarla pero no lo pude hacer, porque habría dicho...
¡No!...
Le dije que lucharía por su amor y aún así dijo...
¡No!...
Pasó el tiempo,
No nos vimos,
Si nos vimos,
Luego no nos vimos,
Y cuando nos volvimos a ver,
Ese amor que crecía dentro de mi había llegado a los confines de su madurez para ser un monstruo,
Como el que ahora soy yo,
La amaba más,
Más,
Más...
Y por fin dijo...
¡Si!,
¡Si!,
¡Si!...
Y fui feliz...
Muy feliz...
Comencé a vivir,
Para mí y para ella
Y ya no quería morir,
Hice concesiones...
¡Y las adoré!...
Tuve que cambiar...
¡Y lo amé!...
Me amó,
Me amó al fin...
Pero los fantasmas del pasado regresaron para matar al amor,
Como lo han hecho siempre en mi vida,
Pero no lo mataron en mí, sino en ella,
Y eso duele más...
No quiso verme sufrir y pidió tiempo...



Bueno, el resto de la historia, es simple,
Jamás volvió...
Jamás...

SEGUIR LEYENDO [+]